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Cómo tratar las manchas de tu piel
Podemos encontrar diferentes tipos de manchas, o más bien, distintos causantes de la aparición de manchas en la piel.
Dos de los más frecuentes son el léntigo y el melasma. Veamos su diferencia:
- El léntigo es una mancha solar pura, es decir, únicamente causada por la exposición solar y que tiene un tamaño entre 1mm y 3cm. Son de color oscuro o negro y tienen un borde claramente diferenciado y de contorno irregular.
- El melasma o cloasma es una mancha pardusca irregular, que aparece preferentemente en la frente, el labio superior y pómulos. Su causante más común es el hormonal y se da sobre todo tras el embarazo o bien debido al uso de anticonceptivos hormonales.
Es de vital importancia utilizar un SPF facial de 50+ y renovarlo muy frecuentemente. No evita del todo la aparición de melasma pero sí que puede ayudar a que sea menos visible.
Estos casos de hiperpigmentaciones en los que interfieren causantes hormonales o de exposición solar, no son los únicos factores de riesgo a tener en cuenta. También hay otros, como utilizar medicamentes fotosensibilizantes, que dañan la piel al tener contacto con el sol y la dejan más vulnerable, pudiendo provocar manchas.
Algunos de estos son: determinados antibióticos, los antiinflamatorios no esteroideos y los diuréticos. Al tomar un medicamento, sería aconsejable comprobar en el prospecto si aparece un símbolo de precaución con un sol y una nube y de ser así, utilizar siempre el fotoprotector total.
También hay otras causas como las pigmentaciones post-inflamatorias, como por ejemplo tras sufrir una quemadura, pues la zona en cuestión puede quedar pigmentada si no se utilizan cremas cicatrizantes específicas y, por supuesto, sin olvidar nunca el uso de un protector solar de pantalla total.
Tres cosméticos imprescindibles para combatir las manchas
- Cremas despigmentantes: que contengan activos como el ácido kójico, el retinol, el ácido glicólico, el ácido cítrico o el ácido láctico. También otros como la Vit-C, que ayuda a tratar manchas y unificar el tono de la piel.
- Peeling químico: se lleva a cabo con muchos de los compuestos antes nombrados, pero a concentraciones aún mayores. En función de la profundidad del peeling, los hay más superficiales que actúan en las capas más visibles de la epidermis, o bien peeling medios, que también actuarán en algunas capas más externas de la dermis. En la mayoría de los casos se va a producir una descamación de la piel. Puedes leer más acerca de peeling faciales en este artículo de la revista Telva.
- Exfoliantes mecánicos: contienen micropartículas que ayudan eliminar las células muertas de la piel, pero a diferencia de los anteriores, estos actúan en las capas más externas de la piel. Se aplica y se masajea bien la piel con movimientos circulares.
Estos cosméticos promueven la renovación celular pero no producen una descamación de la piel. Hay algunos casos en los que estos exfoliantes mecánicos vienen incluidas en mascarillas que no sólo tienen estas micropartículas para arrastrar las células muertas, sino que también contienen otros componentes que ayudan a reparar la piel, nutrirla y promover aún más esa regeneración celular.
Es el caso por ejemplo de la Mascarilla exfoliante de té verde, aguacate y aloe vera de Bonaloa Skincare, ¡te fascinará su olor y la sensación de suavidad que deja en tu piel!
Otro de los best Sellers de Bonaloa Skincare es su Crema de retinol y ácido kójico antimanchas, que gracias a su cóctel sinérgico de componentes despigmentantes, actúa desde las capas más internas de la piel combatiendo las manchas e imperfecciones.
Además, está formulada para pieles sensibles que no toleran otros productos despigmenantes. También evita el enrojecimiento e hinchazón de la piel gracias a el ácido azelaico.