Durante el embarazo, se experimentan muchos cambios hormonales en la mujer, que se reflejan en muchos casos, en la piel de la embarazada. Algunos de los más frecuentes son:

• Acné: Depende de la embarazada, pero en muchas ocasiones, sobre todo en el primer trimestre, se eleva la producción de las glándulas sebáceas y en el caso de pieles con previa tendencia acneica, es común la aparición de granitos. En el caso de pieles secas, esta “sobreproducción” es en realidad una ventaja, pues le confiere a la piel una mayor elasticidad e hidratación.

También se puede dar el caso opuesto, es decir, que en pieles grasas con tendencia acenica, se produzca una disminución de la producción de sebo, y con ello una mejora del acné; y por el contrario, que en las pieles secas, se agrave su sequedad.

Por todos estos motivos, hay que utilizar cremas hidratantes, que además de nutrir, regulen la producción de grasa. Además, en el embarazo, se recomienda el uso de productos naturales, sin parabenos, sin sulfatos, sin perfumes y sin ningún tipo de aditivo químico que puedan dañar al feto.

Es importante que, durante la gestación, tengamos especial cuidado con los productos para el acné, ya que muchos están contraindicados. Algunos de estos “prohibidos” son los que habitualmente se utilizan para tratar dicha problemática, como son los retinoides (retinol, tretinoína, o adapaleno). El ácido salicílico tópico, por ejemplo, que se puede absorber de manera sistémica, no se debe utilizar durante el embarazo ni durante la lactancia, puesto que su seguridad no ha sido demostrada hasta la fecha. Bonaloa Skincare recomienda que, en el caso de la aparición de acné antes de utilizar cualquier producto, consultes a tu ginecólogo.

• Manchas: Durante el embarazo, y sobre todo en el segundo o tercer trimestre, es muy frecuente la aparición de un tipo de manchas conocidas como “melasma” o “cloasma”, ya que se produce un aumento de los estrógenos y la progesterona, que hacen que aumente la producción de melanina (el pigmento que da color), en zonas determinadas e incluso en cicatrices recientes.

Este aumento de la pigmentación parece más visible, sobre todo, en la zona del rostro, como es el área de la frente, el bigote o en las mejillas, y también en zonas como las axilas, los genitales, alrededor del pezón y en la línea que va desde el ombligo hasta el pubis (que cuando se oscurece con el embarazo se denomina línea nigra).

Te recomendamos el Sérum Vitamina C con hialurónico y ADN vegetal de Bonaloa Skincare. ¡Verás como tu piel se mantiene hidratada, sin imperfecciones, ayudando a combatir las manchas y unificando el tono de la piel!

Es fundamental hacer uso siempre de un fotoprotector de pantalla total, que deben ser a base de filtros físicos (dióxido de titanio u óxido de Zinc) en vez de filtros químicos.

• Brillos: Como hemos comentado, los cambios hormonales, durante el embarazo, propician en muchas ocasiones una mayor secreción de las glándulas sebáceas. Este exceso de grasa, junto con un incremento de la circulación sanguínea, puede dar lugar a la aparición de brillos en la cara. Por eso, es tan importante una buena higiene facial y un adecuado hidratante, acorde a tu piel y no contraindicado para el embarazo.

Prueba el agua micelar desmaquillante Bonaloa Skincare seguido del tónico purificante todo tipo de pieles, o bien el tónico seboregulador pieles grasas de Bonaloa Skincare, según tu tipo de piel. ¡Te encantarán!

La mejor opción, siempre es decantarse por productos naturales como mencionamos anteriormente. Pero hay que tener en cuenta, que algunos aceites esenciales tampoco son recomendables por el riesgo que supondría su absorción por el feto (especialmente durante el primer trimestre). Estos aceites “prohibidos” son entre otros, el romero, la salvia oficinal, el geraniol, el alcanfor, el clavo, el tomillo, el poleo, la canela, la menta piperita, el orégano.

• Hinchazón: La retención de líquidos puede hacer que la cara, cuello o la zona de alrededor del ojo se hinchen. Recomendamos beber mucha agua, utilizar toallas o gasas empapadas de agua fría, y colocarse discos de algodón en los ojos, empapados en una infusión de manzanilla ya fría, o bien dos rodajas de pepino, durante al menos 10 minutos.

Debemos evitar sustancias como la cafeína, que está presente en muchas de las cremas/sérums utilizados hoy día, y que está contraindicada en el embarazo por su facilidad para atravesar la placenta, y pasar a la leche materna durante la lactancia.

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También es recomendable el uso de mascarillas descongestionantes, para aliviar la hinchazón y nutrir la piel. Te encantará la Mascarilla exfoliante de albaricoque, aguacate y niacinamida de Bonaloa Skincare, ¡Pruébala!