¿Mayor protección frente al sol?
En este artículo, te contamos que debemos tener en cuenta para elegir un fotoprotector y lograr una mayor protección frente al sol.
En verano especialmente, estamos mucho más expuestos a la radiación solar y con ello, a un fuerte desgaste en la piel en forma de quemaduras solares, envejecimiento cutáneo e incluso daño en el ADN, aumentando la probabilidad de aparición del cáncer de piel entre otras problemáticas.
Hay tres tipos de rayos ultravioletas: UVA, UVB Y UVC (estos últimos se quedan bloqueados por la capa de ozono y no nos llegan a incidir).
- La radiación UVA se extiende entre longitudinales de onda de 320 y 400nm. Penetra profundamente a través de la piel y es la que provoca el envejecimiento de la piel y el bronceado de la piel (oscurecimiento de la melanina).
- La radiaciación UVB abarca ondas longitudinales entre los 200 y 290nm. Penetran más que los anteriores y producen quemaduras y un gran daño celular. Es el más activo en verano.
Por lo que teniendo en cuenta todo esto, ¿Cuál es el fotoprotector más completo para nuestras piel y sobre todo, de qué compuestos debemos huir?
El factor de protección solar (SPF) es un índice que indica el tiempo que tardan tardan los rayos UVB en penetrar y enrojecer la piel una vez aplicado el protector solar correspondiente.
Hay tres tipos de protectores solares:
- Los físicos: habitualmente son nanopartículas minerales que reflejan las radiaciones solares haciendo una pantalla y evitando que los rayos UVA y UVB lleguen a la piel. Se utilizan para evitar el bronceado y el eritema solar. Solemos encontrarlos como óxido/dióxido de zinc o de titanio.
Es muy recomendable en pieles sensibles y de bebés.
- Químicos: son sustancias químicas que absorben la radiación solar ultravioleta y la emiten como radiación térmica inocua para la piel. Según la longitud de onda que absorban pueden ser filtros UVB, UVA y de amplio espectro. La mayoría absorben radiaciones UVB y algunas también UVA.
Debemos tener precaución con algunos componentes usados como filtros químicos ya que los hay que son tóxicos y/o contaminantes para el medioambiente, e incluso algunos que tras un uso prolongado, se acumulan en la piel siendo muy perjudiciales a largo plazo.
- Biológicos: son agentes antioxidantes hechos a base de plantas que actúan junto con los otros dos filtros antes descritos, aunque los biológicos no deben de utilizarse solos, ya que no están reconocidos como protectores como tal, pero sí ayudan a frenar o reparar el estrés oxidativo producido por la radiación solar.
Los más habituales son la Vit-E y la C, el aloe vera, la manteca de karité, el aceite de oliva, de aguacate, etc.
Es muy importante fijarse en la composición de los protectores solares puesto que en ocasiones contienen componentes perjudiciales para la salud. Algunos de éstos son:
- PEG-25 PABA: es un compuesto etoxilado derivado del óxido de etileno, siendo éste un compuesto cancerígeno pero que a pesar de su toxicidad sí está admitido en forma de trazas en las formulaciones.
- Homosalate: es uno de los más utilizados a pesar de no proteger frente a los rayos UVA. Interfiere con estrógenos, andrógenos y progesterona
- Phenylbenzimidazole sulfonic acid: produce radiacales libres cuando se expone a la luz solar, pudiendo dañar el ADN de las células.
- Octocrylene (Octocrileno): puede provocar dermatitis graves al ser expuesto a la luz.
- Octinoxate (octilmetoxicinamato). Disruptor endocrino y de la hormona tiroidea.
- 4-Methylbenzylidene camphor (4MBC). También es un disruptor endocrino y puede perjudicar la tiroides.
- Benzophenone-4Benzofenonas: es irritativo de las mucosas.
Puedes leer más acerca de otros componentes químicos presentes habitualmente en algunas cremas solares en este artículo de Organics Magazine.
https://organics-magazine.com/guia-de-filtros-quimicos-toxicos/
Bonaloa Skincare ha formulado uno de sus best sellers, la Crema Botox Lift Natura. Cuenta con una protección muy amplia no sólo un SPF 30 para los rayos UVA y UVB, sino también IF y HEV (luz azul emitida por pantallas de ordenador, móviles, lámparas, etc.). Libre de componentes químicos tóxicos para la piel y ofreciendo una mayor protección frente al sol.
Además, no sólo protege, sino que también repara los daños producidos por esta exposición solar y por los radicales libres generados. Gracias a su completa composición, tiene otras propiedades como gran poder cicatrizante, reafirmante e hidratante.