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Hoy hablaremos de ese enrojecimiento y sarpullido que sale en la piel, que se localiza por lo general en la nariz y las mejillas, la Rosácea y veremos como tratarla.
¿Qué es la Rosácea y cómo tratarla?
La rosácea es una afección crónica común de la piel que causa signos y síntomas como estos:
- Rubor o enrojecimiento facial. Sobre todo en la parte central de la cara. Este signo de la afección puede ser difícil de ver en las pieles morenas y negras.
- Venas visibles (telangiectasias). Los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y las mejillas se rompen y se hacen visibles (arañas vasculares).
- Protuberancias hinchadas. Muchas personas con rosácea también desarrollan granos en la cara que se parecen al acné. Estas protuberancias a veces contienen pus. En la rosácea existe una hipertrofia de la glándula sebácea y por tanto una mayor producción de sebo (esto puede confundir porque a las pieles con rosácea es habitual verlas deshidratades, ya que al tener la función barrera alterada, no pueden retener correctamente el agua. Y esto ocasiona tirantez y sequedad).
- Sensación de ardor. La piel de la zona afectada puede notarse caliente y sensible.
- Problemas oculares. Muchas personas con rosácea también tienen ojos y párpados secos, irritados e hinchados. Esto se conoce como rosácea ocular. En el caso de algunas personas, los síntomas oculares preceden a los síntomas cutáneos.
- Nariz agrandada. Con el tiempo, la rosácea puede engrosar la piel de la nariz, y hacer que esta parezca bulbosa (rinofima). Esto sucede con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
Estos signos y síntomas pueden aparecer durante semanas o meses y luego desaparecer por un tiempo, pero no existe cura como tal, si no un tratamiento para controlar y reducir estos signos y síntomas. La rosácea puede confundirse con el acné, otros problemas de la piel o la rubicundez natural. La rosácea puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres de mediana edad que tienen la piel clara, pero en los varones suelen existir formas más intensas.
La causa exacta por la cual aparece es desconocida, aunque se han implicado varios factores etiológicos, cuya combinación explique probablemente su origen como son: exposición solar crónica, predisposición genética, sobreinfección cutánea por una bacteria comensal (Demodex folliculorum) y alteración de los mecanismos de respuesta contráctil de los capilares cutáneos.
¿Cómo tratar la rosácea?
El tratamiento de la rosácea se centra en controlar los signos y síntomas. Los productos exfoliantes a dosis altas, como los AHA y BHA no deben ser utilizados en este tipo de pieles. Tampoco la Vit-C a dosis altas. La limpieza debe realizarse con limpiadores suaves que no contengan detergentes iónicos (utilizar Syndets, también llamados jabón sin jabón).
Las aguas termales son muy recomendables para este tipo de pieles para calmar la piel y aliviar picores. La hidratación debe realizarse con productos para pieles sensibles que mejoren la hidratación y la apariencia de la piel con rosácea. Utilizar productos específicos para la rosácea y durante el día, utilizar protección solar, preferiblemente con filtros minerales como el óxido de zinc y dióxido de titanio.
Algunos de los productos recomendados para la rosácea son:
- Principios antiinflamatorios y calmantes: como el bisabolol, la niacinamida, el ácido azelaico, la centella asiatica, la alantoína, aceites de rosa mosqueta y de canola y el extracto de regaliz. También el extracto de ginseng y la diosmina encapsulada ayudan a reparar y a reducir la permeabilidad de los vasos sanguíneos. En productos naturales, podemos encontrar la Avena rhealba orgánica con grandes propiedades para hidratar y calmar las rojeces. Algunas fórmulas con retinol, retinaldehído o ésteres del retinol, son efectivas para la rosácea, pero empezando muy gradualmente e incluso no aplicándola todos los días. Otra opción a este retinol es el bakuchiol (retinol vegano) que no es reactivo o fotosensible.
- Por último, el gluconato de zinc, empleado habitualmente para combatir el acné, también podemos encontrarlo en fórmulas para la rosácea por su acción antiinflamatoria e inhibe la proudcción de sebo.
- Medicamentos tópicos que reducen el rubor. Para la rosácea de leve a moderada. La brimonidina (Mirvaso) reducen el rubor al estrechar los vasos sanguíneos. El efecto sobre los vasos sanguíneos es temporal, por lo que el medicamento debe aplicarse regularmente para mantener las mejoras. Otros productos tópicos ayudan a controlar los granos de la rosácea leve. Estos medicamentos incluyen metronidazol (Metrogel, otros) e ivermectina (Soolantra). Con metronidazol, las mejoras notables
generalmente no aparecen hasta dentro de dos a seis semanas. La ivermectina puede tomar incluso más tiempo para mejorar la piel, pero resulta en una remisión más prolongada que el metronidazol. Rosácea – Diagnóstico y tratamiento – Mayo Clinic - Antibióticos orales. El médico puede recetar un antibiótico oral como doxiciclina (Oracea, otros) para la rosácea de moderada a grave con protuberancias y granos.
- Medicamento oral para el acné. Si tienes rosácea grave que no responde a otras terapias, el médico te puede sugerir isotretinoína. Es un potente medicamento oral para el acné que también ayuda a eliminar las lesiones acneiformes de la rosácea.
En Bonaloa Skincare, hemos formulado nuestra Crema retinol, con uno de los principios activos antes mencionados y más efectivos para combatir la rosácea: el ácido azelaico. Con un 10% de concentración y con una sinergia entre los demás componentes de la fórmula, que hacen que esta Crema además de ser muy efectiva para tratar las manchas y las arrugas, también lo es para el acné, la inflamación y el enrojecimiento que conlleva la rosácea.